El Barrio del Carmen es uno de los barrios más emblemáticos de València, situado en el extremo noroeste del casco histórico de la ciudad. Este barrio es conocido por su amplia oferta de restauración y locales de ocio mediterráneo. Lo que lo convierten en un auténtico paraíso para los amantes de la gastronomía y el entretenimiento.
Sin embargo, el Barrio del Carmen es mucho más que eso. Con mil años de historia, este área de Ciutat Vella es el hogar de magníficos ejemplos de arquitectura medieval, un rico patrimonio artístico y centenares de anécdotas históricas. Además, es el origen de un buen número de leyendas locales. En resumen, el Barrio del Carmen es una combinación perfecta de historia y ocio que no te puedes perder.
Índice
Conoce su historia, que se remonta al siglo XI
En el siglo XI, después de que se terminara la muralla árabe, una zona que se encontraba fuera de esta construcción comenzó a ganar actividad agrícola. Poco a poco, se construyeron algunas casas que se unieron a las escasas alquerías existentes. Debido a que la zona estaba fuera de las murallas, es el lugar donde hoy en día se pueden ver los restos más visibles de la fortificación islámica. El área creció a espaldas de la muralla, preservándola e integrándola en sus edificaciones.
Con la conquista de Jaume I, el rey repartió algunas de las viviendas de esa parte de la ciudad entre sus huestes. La zona quedó enteramente bajo la protección de las murallas con la ampliación cristiana de estas en el siglo XIV. Desde entonces, se convirtió en refugio para gran parte de los gremios medievales, algunos de ellos con ocupaciones curiosas.
Els blanquers (curtidores) dieron nombre a la zona de Blanqueries, els caputxers tenían el cometido de confeccionar las capuchas empleadas en los periodos de luto, pero solo els corredors d’orella se dedicaban a pregonar la anunciación de la Virgen. Els velluters (tejedores de terciopelo) tuvieron una importancia crucial. Con los innumerables telares que poblaban València y que dieron origen al Colegio Mayor de la Seda, una institución que hoy se puede conocer visitando el Museo de la Seda. Por su parte, els traginers (arrieros) transportaban mercancías y personas fallecidas en sus carros. Mientras que els cegos oracioners (también llamados paternosters) eran invidentes que entonaban canciones al ritmo de sus guitarras y vihuelas.
El Barrio del Carmen se convirtió en el hogar de los gremios más extraños de la ciudad, lo que ayudó a conferir el toquecillo un tanto canalla del Barrio.
Patrimonio arquitectónico y cultural
En el Barrio del Carmen de València, se puede disfrutar de una gran cantidad de patrimonio arquitectónico y cultural. El Portal de la Valldigna es una de las joyas arquitectónicas que se pueden encontrar en el barrio. Este lugar es la antigua entrada a la morería donde quedaron concentrados los musulmanes tras la toma de la ciudad a manos del Conqueridor.
Otro lugar imprescindible en el barrio es la Iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir. Esta iglesia se ha convertido en un lugar de visita obligatoria en València desde que se recuperaron sus impresionantes pinturas murales en la bóveda, consideradas como la Capilla Sixtina valenciana.
El antiguo Convento del Carmen, origen etimológico de la denominación del barrio, ha sido transformado en el Centre del Carme Cultura Contemporània, un moderno centro museístico. El prestigioso Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) también se encuentra en este barrio. La Beneficencia, con sus magníficas colecciones de etnografía y prehistoria, completa el trío de grandes centros expositivos. Es curioso que un área milenaria como esta alberga lo mejor que València ofrece en arte actual.
El Museo del Carmen es otro lugar que no se puede dejar de visitar. Además, la visita reposada no puede dejar de lado un par de edificios del muy cercano barrio del Mercat. El edificio de la Lonja de la Seda, ejemplo único de estilo gótico civil y destacado como patrimonio de la humanidad por la Unesco, cautiva por las espectaculares columnas helicoidales de su Sala de Contratación y las gárgolas y figuras de sus fachadas.
El Mercado Central es otro punto de interés en el barrio. Este lugar es un gran santuario local de los productos de proximidad, entre decoraciones modernistas, y es considerado el gran escaparate de alimentos frescos de Europa.
Además, el Barrio del Carmen acoge las dos únicas puertas de acceso a la ciudad medieval que se conservan: la puerta de Serranos y la de Quart. Antaño echaban el cierre tras la llegada de la noche y el repique de campanas que la anunciaba. Y a quien andaba en distracciones, no le tocaba otra que dormir “a la luna de València”.
Por último, la Catedral de València también es un lugar que no se puede dejar de visitar. En su Museo Catedralicio se pueden encontrar lienzos de Maella o Goya. Además, una subida al Miguelete o conocer la historia de la Virgen del Buen Parto son otras curiosidades que no debes perderte.
¿Te gustan las plazas? Te vas a hartar
En el Barrio del Carmen, al igual que en el conjunto de Ciutat Vella, encontramos una sucesión de plazas que merecen ser visitadas y disfrutadas. Una de ellas es la Plaza de Manises, donde se encuentra la sede del Gobierno autonómico valenciano, el Palau de la Generalitat. Este edificio medieval de estilo gótico tardío ha sido modificado a lo largo de los siglos y es una visita obligada.
Continuando nuestro recorrido, llegamos a la Plaza de la Virgen, donde se encuentra la Catedral, la Basílica de la Virgen de los Desamparados y el coqueto jardín del Palau de la Generalitat. Desde aquí, podemos acceder al Centro Arqueológico de l’Almoina, el auténtico kilómetro 0 de la ciudad y sus orígenes.
La Plaza de la Reina es otro de los puntos de interés del Barrio del Carmen. Aquí se encuentra la portada barroca de la Catedral y el famoso campanario o Micalet, desde donde se divisa la torre campanario de la Iglesia de Santa Catalina. Y desde la parte posterior de esta iglesia, accedemos a uno de los espacios más singulares de València: la Plaza Redonda. Este conjunto alberga una gran oferta de tiendas de regalos y de restauración.
No podemos dejar de visitar la Plaza del Mercado y la del Doctor Collado, a espaldas de la Lonja de la Seda, que siempre están muy animadas. Pero si queremos experimentar la noche valenciana a tope, nada como la Plaza del Tossal. Podemos disfrutar de estas plazas en un alegre paseo o en sus soleadas terrazas.
Otras curiosidades
El Barrio del Carmen es un lugar lleno de curiosidades y sorpresas que no debemos perdernos durante nuestra visita. Uno de los lugares más destacados es el Museo L’Iber, considerado el museo de miniaturas históricas más destacado del mundo, con más de 95.000 soldaditos de plomo y diferentes piezas expuestas.
Otro lugar interesante es la Casa de las Rocas, sede de las carrozas que representan a monstruos y seres mitológicos que se sacan en procesión durante la celebración del Corpus. También podemos visitar la Casa de los Gatos, un hogar en miniatura para mininos en la calle Museo, que cuenta con todo lujo de detalles, como cortinas tras las ventanas, entrada principal, la fuente frente a la puerta, entre otros. Junto a la curiosa casita, un cartel escrito en un azulejo recuerda la altura que alcanzaron las aguas desbordadas del río Turia en octubre de 1957 durante la gran riada. Las calles del Carmen, uno de los barrios más afectados, están repletas de recordatorios similares.
Durante nuestra visita, también podemos explorar los refugios antiaéreos de la Guerra Civil española, que se encuentran en el número 25 de la calle Serrans y número 37 de la calle Alta. Es una oportunidad única para conocer la historia de la ciudad y la importancia que tuvo durante ese período.
Además, no podemos dejar de lado las manifestaciones de street art que encontraremos a nuestro paso, como la Calle de los Colores (Calle de Moret), una gran galería de arte urbano al aire libre. También podemos buscar los atzucacs, callejones sin salida que son habituales en el entramado de callejuelas del Barrio del Carmen. Algunos de ellos se encuentran en la parte trasera del restaurante L’Atzucac (Baix, 42) y en la calle Cañete, pero el resto los dejamos para que los descubras tú mismo.
Mercados y gastronomía
En el Barrio del Carmen, hay una amplia variedad de tiendas y gastronomía para satisfacer todos los paladares. El Mercado de Tapinería es una excelente opción para comprar regalos y disfrutar de la moda y artesanía local, así como de algunos puestos gastronómicos. Si se tiene hambre, el Mercado de Mossen Sorell es una buena opción para probar alimentos locales y disfrutar de un buen vermut.
En el Mercado de Tapinería, se puede encontrar una gran variedad de tiendas curiosas y productos de calidad. Además, este mercado es el primer paso para abrir boca y rematar la jugada en los buenos restaurantes que ofrece la zona. Algunos ejemplos de los restaurantes que se pueden encontrar en el Barrio del Carmen son:
- Dalia Negra: restaurante de comida mediterránea con una buena pincelada de modernidad.
- Cervecería Maipi: una cervecería con una amplia variedad de cervezas artesanales y tapas.
- La Pitanza: restaurante con una amplia variedad de platos de la cocina mediterránea.
En resumen, el Barrio del Carmen es una excelente opción para aquellos que buscan una amplia variedad de tiendas y gastronomía de calidad. Tanto el Mercado de Tapinería como el Mercado de Mossen Sorell ofrecen opciones para todos los gustos y presupuestos.
Disfruta del tardeo y la noche del Carmen
El Barrio del Carmen es un lugar que no puedes dejar de visitar si estás en Valencia. Es el centro neurálgico de la noche valenciana, con una exuberante propuesta de ocio que no te dejará indiferente.
Después de la riada de 1957, el Barrio del Carmen entró en declive. Pero unas décadas más tarde comenzó a revitalizarse con la aparición de pubs y locales de ocio. El empuje de las reivindicaciones vecinales y la recuperación de antiguos palacios en estado de semi abandono como sede para instituciones oficiales ayudaron a consolidar ese renacer.
Hoy en día, el Barrio del Carmen es un punto clave para la oferta de cafés, bares de copas y demás centros del buen vivir. Muchos de ellos están situados en la calle Roteros, en la calle Baja o en las inmediaciones de la Plaza del Tossal. Los tienes de todos los colores.