El Ayuntamiento, junto a la Diputación de València y la Conselleria de Innovació, Universitats, Ciència i Societat Digital, organiza este evento para el 13 y 14 de noviembre. Este es un hackathon en línea que buscará soluciones para cuatro retos relacionados con problemas medioambientales y climáticos en nuestra ciudad.
La responsable del Área de Desarrollo Innovador de los Sectores Económicos y Empleo, Pilar Bernabé, ha afirmado objetivos de conciencia climática. También ha asegurado que “contamos con grandes profesionales, proyectos y empresas relacionados con estas materias”. “También tenemos mucho talento local para hacer frente y mejorar la calidad de vida de nuestra ciudad”, ha destacado.
Soluciones innovadoras desde el Ayuntamiento
Hackathon es un concepto que surge de la unión de las palabras ‘hacker’ y ‘marathon’. Es una experiencia colectiva para lograr una meta en común ligada a la resolución de unos retos planteados y definidos previamente. Todo esto en un espacio de tiempo reducido, donde los participantes tendrán que trabajar y encontrar posibles soluciones para los problemas planteados.
Por ello, desde el ayuntamiento, la concejala considera esta como “una oportunidad única”. Climathon VLC 2020 pone en relevancia el talento de Valencia. La innovación y procesos tecnológicos quedan demostrados. Este, en palabras de Bernabé, es “un evento que repercutirá en el bienestar y la calidad de vida”.
Esta herramienta de innovación abierta coincide con el Climathon que desarrolla Climate-KIC. Este evento de referencia del sector se celebra a nivel mundial y participan 6.500 personas de 145 ciudades.
Más sobre el Climathon
Este un movimiento de empoderamiento que ofrece un camino claro hacia la acción climática para poner en contacto a las ciudades con sus ciudadanos. Resolver retos climáticos es la clave para compartirlos con otras ciudades del mundo. Se trata de un programa anual que gira en torno a un ideathon impulsado por los organizadores locales: las personas que mejor conocen los desafíos climáticos de sus ciudades.
No obstante, en este año la pandemia de la COVID-19 ha expuesto la fragilidad de nuestros sistemas. Al igual que la crisis climática, la sanitaria ha actuado como un multiplicador de amenazas, ejerciendo presión sobre las poblaciones más vulnerables y los sectores más débiles de la economía.